Estrategias de futuro, hoy
Ricardo Aros, Director Ejecutivo de APG Chile, Consultor y estratega ganador del Marketing Best 2022, revisa las implicancias de lo que hoy significa construir estrategia y modelar consultorías.
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Mark Twain escribió: “Un hombre que anda por ahí con una pistola profética nunca debe desanimarse: si mantiene su corazón y dispara a todo lo que ve, está destinado a dar en algo con el tiempo”.
Estar en la vereda de apuntar hacia el futuro, apostando a que un modelo estático de mirada, operación o de cultura puede ser la respuesta para todo es altamente riesgoso. Eventualmente puede resultar o puede que haya resultado, pero en tiempos donde la flexibilidad y la adaptación son el insumo básico para cada día, pensar que una sóla formula puede ser la solución para todo, es desconocer el presente y enfrentar lo que viene con severa miopía.
En el desarrollo de estrategias no existe una formula de oro capaz de solucionar todo, no existe tampoco intuición o expertise omni-sapiente, es que el diseño estratégico de soluciones es un proceso de descubrimiento que se debe basar en la capacidad de diálogo, en la articulación de soluciones y sobre todo, en la capacidad de reconocer oportunidades y errores dentro de un marco de confianza, porque casi siempre avanzar hacia algo nuevo e interesante implica reconocer que lo que hoy sabemos o hacemos, tal vez, ya no es más lo que se necesita. Reconocer eso generalmente duele y genera resistencias.
No podemos tener insights acerca de lo que no conocemos, es decir, antes de poder acercarse a un nuevo entendimiento, se necesita asumir algún nivel de falta de conocimiento o al menos aceptar que parte de la óptica con que estabamos mirando hacia el futuro debe ser reformulada. Sin embargo, eso no es fácil, los sesgos están siempre presentes y la cultura, que siempre empuja hacia las convenciones, es casi siempre es el primer enemigo de lo nuevo.
En ese sentido, es altamente importante, casi urgente, que el pensamiento estratégico sea siempre creativo, moldeable y abierto. Nunca estático, nunca arrogante. Cuando hablamos de consultoria estratégica lo primero que debemos entender es que los negocios, las marcas y sus organizaciones son todas distintas, unas necesitan más foco en A y otras necesitan profundizar en C, y además, que no todas están preparadas para lo mismo. No conviene tener un solo modelo o sólo un solo tipo de solución. Más aún, nadie tiene tiempo para que “pistolas proféticas” puedan llegar a dar con algo.
Cambiar y adaptarse es la receta del presente. En distintos niveles, con distintas intensidades, en distintos ámbitos. Podemos planificar niveles de transformación diferenciados, distinguir que hacer para la mejora continua, para incorporar nuevos puntos de vista y hasta para buscar la transformación de lo que hacemos, hoy es necesario diseñar considerando todos esos espacios, sabiendo que nos todos requieren lo mismo y que por lo tanto, un servicio de consultoría estratégica debe ser capaz de asumir la tarea de articular realidades cambiantes. Porque al final, hoy todo se trata de avanzar adaptándose e integrando soluciones. Quien no tenga claro eso no conoce ni el presente ni el futuro.